- Entrevistada: Lola Gil
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- ¿Cuándo te diste cuenta de que querías convertirte en escritora?
Siempre recuerdo escribir cuentos por el placer de crear historias, pero un día en tercero de primaria una profesora nos pidió escribir una redacción, a lápiz todavía, de solo una cara. Yo escribí un cuento de varias páginas. Una mañana en el recreo, los compañeros de las otras clases vinieron a contarme que la profesora les había leído mi cuento, que les había gustado muchísimo y que a ver cómo se me había ocurrido escribirlo. Me sentí muy orgullosa de que mi profesora hubiera compartido mi cuento y a la vez me maravilló darme cuenta de que a la gente le podía entretener lo que yo creaba de mi cabeza. Ahí supe que quería seguir escribiendo y compartiendo historias siempre que pudiese.
- De joven, ¿A quién admirabas más?
Admiraba a Enid Blyton y JK Rowling. Me fascinaban sus libros y espero algún día crear algo tan maravilloso como lo que ellas han hecho, que motive a los jóvenes a leer, que les inspire para ser mejores, con valores como la amistad, la lealtad, el trabajo en equipo…
- ¿Cuáles eran tus aficiones de niña? ¿ Y cuáles son ahora?.
De niña me encantaba obviamente leer, sumergirme en otros mundos y escribir para crearlos. También me gustaba mucho jugar a las Barbies para seguir creando historias de otra manera y, aunque me dé algo de vergüenza: bailar y cantar frente al espejo. Hubo una época en la que quise presentarme a Lluvia de Estrellas.
Ahora sigo adorando leer y vivo para escribir. También me gusta mucho correr e ir de excursión al monte, porque ahí mi cabeza vuela e imagina mil historias.
- ¿Cómo celebraste la publicación de tu primer libro?
¡Ay! ¡Qué pregunta tan guay! Cuando recibí el ejemplar de muestra fui a cenar con mi chico y brindamos deseando que todo saliese bien y gustara a la gente. También abrí un benjamín de cava que tenía reservado para cuando cumpliese ese sueño, una especie de símbolo que compré para hacerme ver que el día llegaría y, efectivamente, llegó.
- ¿Dónde escribes tus libros?
Suelo escribir en cualquier sitio, hasta en el autobús o de copiloto en el coche. Me llevo el ordenador a cualquier sitio: cafeterías, parques… alguna vez incluso a la playa, aunque no es muy buena opción, la verdad.
- ¿De dónde te vino la inspiración para crear “ El Tesoro de Don?. ¿Cómo surgió el proyecto común de “ Cuentos para Perséfone?
El Tesoro de Don comencé a escribirlo con unos doce años, cuando mis abuelos tuvieron un accidente de coche y vinieron a vivir con nosotros hasta que se recuperaron. Todas las tardes me sentaba con mi abuela en la terraza y, para entretenerla (aunque ahora pienso que qué paciencia tenía) yo le contaba lo que ocurría y lo iba escribiendo. Esas hojas quedaron en el olvido y las recuperé con veinte años. Supongo que me inspiraron muchísimo Enid Blyton, JK Rowling y La isla del Tesoro.
Con Cuentos para Perséfone fue totalmente diferente. Esta vez la idea no surgió en mi cabeza y luego la escribí, sino que Cristina Rodríguez me contactó para escribir un relato para un proyecto con Beta Julieta y Celia Moreno. Yo tenía que escribir algo que sucediese en verano, y ahí me puse a trabajar con la cabeza a ver qué se me ocurría. La música fue un factor muy importante. Ha sido una experiencia genial.
- ¿Cuál de tus personajes se parece más a ti?.
Creo que ninguno de mis personajes se parece a mí, pero sí se parecen a como me gustaría ser. Me encantaría ser tan valiente, ágil, resuelta e independiente como Parra, la admiro muchísimo y le tengo un cariño especial. Me gustaría ser tan divertida como Lola y tener sus pecas, ¡eso me encantaría! Las gemelas Marisa y Lola son generosas, bondadosas, y también son muy justas y no dudan en señalar lo que es está mal. A veces desearía tener ese punto rebelde y enérgico. Antes lo tenía.
- ¿Qué pueden esperar los lectores de la segunda parte? ¡ Sin spoilers, por favor!.
¡Ufff! En la segunda parte pueden esperar muchísimo salseo. En la primera novela había que situar a los personajes, describir la dinámica del campamento… pero en la segunda parte ya conocemos todos esos detalles y los protagonistas se conocen entre ellos, por lo que vamos directos al grano. Me lo he pasado bomba escribiendo, ocurren tantas cosas… los personajes tienen ahora un año más, y eso también se nota en sus relaciones, pero, lo más importante, es que se descubre desde el primer capítulo qué es lo que esconde el Tesoro de Don, y las investigaciones les llevan a un punto de no retorno.
- ¿Cuál era tu libro favorito cuando eras una niña? ¿Tienes algún libro favorito ahora?.
No podría elegir solo uno, pero me quedaría con la saga Harry Potter y la serie de Torres de Malory, de Enid Blyton. La leía todos los veranos (y aún sigo haciéndolo).
Ahora, mis libros favoritos son “La verdad sobre el caso Harry Quebert” de Joël Dicker, que es el libro que me habría gustado escribir a mí, si os soy sincera. Si alguna vez escribo algo la mitad de bueno que ese libro, ya me daré por satisfecha. También “La sombra del viento” de Carlos Ruiz Zafón. Son geniales.
- Si pudieras ir al campamento Meditemar, ¿Quién querrías que te acompañara?.
¡Ala! ¡Qué pregunta más chula! Pues elegiría a mis mejores amigas que también han sido mis damas de honor. Seríamos la tripulación más loca de Meditemar y ¡ay! ¡La liaríamos! Además solíamos ir de campamento juntas de pequeñas, así que imposible imaginarme sin ellas allí.
- ¿Cuál es el mejor consejo sobre escritura que te han dado?
Sobre escritura no sé, pero sobre el sueño de ser escritora sí te podría decir, y sale en el libro de La verdad sobre el caso Harry Quebert. Dice así:
«En el fondo, Harry, ¿cómo se convierte uno en escritor?
—No renunciando nunca. Mire, Marcus, la libertar, el deseo de libertar es una guerra en sí mismo. Vivimos en una sociedad de empleados de oficina resignados y, para salir de esa trampa, hay que luchar a la vez contra uno mismo y contra el mundo entero. La libertad es un combate continuo del que somos poco conscientes. No me resignaré nunca.»
- ¿Alguna vez has sufrido el típico bloqueo a la hora de escribir? ¿ Que te hace poder volver a ponerte en marcha?.
La verdad es que de momento he tenido la suerte de no haberlo sufrido nunca. Cuando escribo es porque tengo una idea en mente y mis manos fluyen por el teclado. Puede que a veces me cueste un poco seguir, o busque una palabra concreta que no quiere venir a mi mente, pero si me siento a escribir es porque tengo algo que transmitir, así que no me he bloqueado de momento nunca. Sin embargo puedo decirte que cuando voy al monte de excursión y camino sola con mis pensamientos mi cabeza se pone en marcha a mil por hora. La segunda parte de El Tesoro de Don casi surgió entera en un par de excursiones que hicimos en Costa Rica, donde estuvimos de vacaciones el verano pasado, y otra historia que tengo pendiente surgió de ruta por Asturias.
- ¿ Que otros proyectos a parte de escribir te gustaría emprender?.
Lo que más deseo en el mundo es escribir, que llegue el día en el que pueda levantarme cada mañana para sentarme frente al ordenador y crear miles de historias. Pero al margen de eso siempre me han apasionado los eventos. En la universidad quería montar una empresa de sorpresas para ayudar a hacer feliz a la gente. Quizás algún día.
- ¿ Qué es lo que quieres que recuerden los lectores de tus libros?.
Me gustaría que se quedaran con lo maravillosa que puede ser la vida, con lo importante que es la amistad, y con que la magia está donde se quiera mirar.
- ¿Cuál consideras que ha sido tu mayor logro?
Mi mayor logro siempre será haber puesto el punto final a El Tesoro de Don, porque de momento es gracias a esta novela que estoy comenzando a vivir mi sueño. Bueno, también estoy muy orgullosa de haber conseguido vivir en Londres dos años, que quizás fue lo que me impulsó a perseguir mis sueños. Y haber corrido una maratón, que me enseñó que los sueños se cumplen si eres constante y trabajas duro.
- ¿Qué desearías poder hacer mejor?,, (hobbies, profesión, blog, etc…)
Me gustaría hacer mejor muchísimas cosas, pero ahora mismo me encantaría saber dibujar para ilustrar las novelas o saber diseño para currarme las portadas y maquetar mis novelas. También me gustaría ser menos indecisa, porque a veces esto me trae muchos agobios. Y, puestos a confesarnos, me gustaría cantar bien, porque me paso el día cantando y, la verdad, tengo una voz horrible y molesto bastante.
- ¿Qué es lo que más sorprendería a los lectores sobre ti?.
Ufff, no sé. Por ejemplo me han dicho que les ha sorprendido mucho que mi relato “¿A qué suena el verano?” en Cuentos para Perséfone fuese romántica contemporánea, porque me veían ya como autora de juvenil, que es un género que adoro, pero mis manos deciden qué escribo y a veces me llevan a diferentes temáticas. Mira, y hablando de eso, tengo un proyecto que es bastante turbio. Bueno, es una especie de distopía y hay escenas violentas. Creo que si les ha sorprendido la romántica contra mi escritura juvenil, esto les dejaría KO. Ahora entiendo por qué hay autores que publican con diferentes nombres según la temática del libro. Jejeje
- ¿Cómo te organizas para escribir?
Sinceramente: no me organizo, y esto me gustaría mejorarlo, porque sé que las claves para ser buen escritor es ser disciplinado y constante. Yo escribo cuando me surge o puedo, ya que trabajo a jornada completa, y puede ser en cualquier momento, pero siempre necesito conmigo un cuaderno y música. Generalmente escribo en silencio, pero hay escenas que con música me meto más en situación y quedan más bonitas.
- ¿Dónde te gustaría presentar la segunda parte del Tesoro de Don?.
Buah, pues si pudiese elegir me encantaría hacerlo al aire libre, en un parque con una yincana y al final de las pruebas encontramos los libros. Ojalá lo haga así.
- ¿Qué es lo que más cuesta al escribir un libro?, ( Sinopsis, agradecimientos, escoger título, elegir personajes, etc…)
Soy malísima eligiendo títulos. Pero mala, mala. Menos con ¿A qué suena el verano?, que eso lo tenía claro. Pero soy muy mala. También para elegir nombres. Doy gracias que para la segunda parte casi todos los nombres estaban ya en la primera entrega. Y, los personajes nuevos, igual os sorprenden.
Muchísimas gracias, Ana, por esta entrevista. He disfrutado muchísimo al plantearme estas cuestiones y recuperar tantos recuerdos agradables. ¡Muchísimas gracias!